Diario de una Compradora Compulsiva

Lo primero es reconer que tienes un problema, esto ya es un avance muy importante. Porque, en contra de lo que piensen algunos, el ser una compradora compulsiva no es un adjetivo de la mujer, por el hecho de ser mujer no eres una compulsiva, compradora sí pero para ser compulsiva hay que esforzarse y son años y años de entrenamiento. Lo que quiero decir es que al principio te gusta porque te sientes especial cuando estrenas, todo el mundo te dice: Es nuevo? qué bonito... y ya se sabe qué la coquetería sí es algo que viene de serie al ser mujer. Maldito refuerzo, y ya tenemos el ciclo de toda buena droga que se precie, tomar la droga y placer inmediato,... si para obtener el placer de las drogas hubiese que esforzarse estoy segura que la gente no se enganchaba tanto.

Llegados a este punto puedes decidir dejarlo, en el fondo sabes que las drogas son malas, muy malas, pero como también sabes, que para algo has estado estudiando toda tu vida, las drogas necesitan bastante tiempo para hacerse indespensables en tu vida, por un par de cositas que me compre... Y claro, una es débil, y te compras un par de cositas... en cada tienda que ves. Al principio te conformas con poquito pero cada vez necesitas más para que surja el mismo efecto, la temida TOLERANCIA de la drogas, eso que hace tan difícil la rehabilitación del enfermo. En esta fase es cuando notas que los demás te intentan advertir de que tienes un problema y que quizá deberías mirártelo, entonces empiezas a pensar............... tengo que cambiar de amigos porqué no puedo permitir que no respeten mi forma de ser. Buscas gente que comparta tus mismas inquietudes, es lo que se llama DEPENDENCIA SOCIAL, ahora estás enganchada a la droga porque te mueves en ese ambiente. No es culpa tuya, son las malas compañías........ vámonos de compras juntas.......

No es fácil salir de la espiral del vicio y tampoco lo crees necesario, de hecho forma parte de ti misma, y es algo que te caracteriza de una manera...... tan encantadora, son mis pensamientos distorsionados, ya lo sé, pero a estas alturas ya te da igual con tal de tener tu dosis de droga. Haces lo que sea por poder comprar........ hasta trabajas.

Quiero que quede bien claro que no me importa ser una drogadicta de las compras, pero reconozco que lo soy y es hoy cuando me he dado cuenta por culapa de otro de mis vicios......... las redes sociales que ahora están tan de moda entre la población juvenil y resulta que tengo una preciosa mascota virtual, y me he gastado todo su dinero................. en las tiendas.

Qué gustazo!!!!!!!!